El estudio analiza la tipología de los centros que actualmente hay en todas las comunidades autónomas y propone avanzar hacia un modelo de acogimiento residencial más homogéneo y protector para la infancia, centrado en la utilización de los recursos de la comunidad y la intervención similar al modelo familiar, tal y como reconoce el Plan de Acción estatal.
Bajo el título “Estudio de los centros de acogimiento residencial para menores en el ámbito de la protección en España”, la Asociación Nuevo Futuro, miembro del FEPJJ, y la Cátedra Derechos del Niño ICADE-Comillas acaban de presentar un trabajo que da luz sobre el modelo actual de organización de los centros para niños, niñas y jóvenes del sistema de protección. Este estudio, que ha contado con el respaldo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha servido de referencia para el Plan de Acción contra la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes del sistema de protección a la infancia planteado en la última Conferencia Sectorial, que afecta a 16.991 menores (según cifras oficiales) que no pueden vivir en su propio entorno familiar.
Así, el informe publicado ha permitido recabar y clasificar 1.345 centros de protección con 20.057 plazas en las 17 comunidades autónomas. Aunque refleja una media de 15 plazas por centro, existe una gran diferencia entre territorios. Si se excluyen los centros para personas menores no acompañadas, por su alta heterogeneidad, cinco comunidades superan la media estatal. Destaca el elevado número de plazas por centro de Murcia (29) y Madrid (20).
Del total de los centros registrados en este estudio, el 10,4% son recursos gestionados por las administraciones públicas, un 86,5% son de gestión privada por entidades sin ánimo de lucro, y el 3,1% restante por empresas privadas con ánimo de lucro.
Este documento pretende además dar respuesta a algunas de las dificultades señaladas por el Comité de los Derechos del Niño a nuestro país, entre ellas la aplicación desigual del interés superior del niño en las comunidades autónomas y la falta de información estandarizada sobre los diferentes centros de acogimiento residencial, lo que hace imposible establecer unos criterios mínimos de calidad.
Panorama heterogéneo y tendencia actual
Entre otras conclusiones, el estudio refleja la heterogeneidad de las tipologías de centros entre las distintas comunidades, pero también la tendencia a favor de centros de pequeña escala, tipo hogar de protección (63%). Los hogares de protección son viviendas de reducido tamaño, plenamente integradas y que permiten la utilización de los recursos de la comunidad, proporcionando un tipo de vida más normalizado y una intervención más parecida a un modelo familiar, lo que favorece la integración de los menores en protección. Más de la mitad de las comunidades tienen esta tipología como estructura mayoritaria, destacando el alto porcentaje en Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, La Rioja, Navarra y País Vasco. En el lado contrario, hay un 6% de centros con estructuras de gran escala de más de 30 plazas, sobre todo en Murcia y Madrid.
A partir de estos datos se detectan las necesidades de mejora que ahora recoge el Plan del Ministerio a través de diversas medidas. De las cifras publicadas se desprende la urgencia de ir hacia un modelo basado en hogares de protección. El Plan propone hacer desaparecer los centros de gran escala antes de 2031, reduciendo así el número medio de plazas por centro a 15 en todo el territorio estatal.
Para la directora de Nuevo Futuro, Miriam Poole Quintana, que ha dirigido el trabajo, “tenemos el reto de dar respuesta a las Observaciones finales del Comité de Naciones Unidas, seriamente preocupado por el elevado número de niños en atención residencial en nuestro país”. Para ello es necesario implantar, recalca, “una atención individualizada para prevenir y actuar ante cualquier tipo de violencia, como reconoce el nuevo Plan de Acción estatal. Algo así solo es posible para los menores con el modelo de hogar pequeño que marcan las directrices nacionales e internacionales”.